continuando con el transcurso de las semanas, vamos por la palabra número 8 siempre acompañando a Palabras de Sindel
la palabra esta vez es DESEO
siempre quise encontrar una lámpara mágica, de esas que al frotar puedes pedir tres deseos, pero nunca pensé que realmente la encontraría.
la vida nos da esas sorpresas y cuando uno menos lo espera, allí te encuentras eso que jamás soñaste tener.
entre cacharros desparramados de un basural ¡una lámpara prometedora! ¿será de verdad? -me pregunté
ya que alguien la había desechado, poco importaba si me la traía conmigo, así que eso fue lo que hice.
por supuesto la froté con delicadeza, me concentré todo lo que pude y esperé al supuesto genio capaz de convertir mis deseos en realidad.
sinceramente no fue eso lo que en verdad pasó...
la lámpara apenas dejó salir un humo liviano que poco a poco fue tomando forma
sorprendida y con un poco de miedo quedé enfrentada a una figura ahumada que sin permitirme apenas reaccionar comenzó a decirme:
-deseo ser té de manzanilla, ¡vamos!-
-deseo que me frotes un poquito la espalda, que tengo picazón-
-deseo que me pongas en un estante donde todos vean lo bonita que soy-
la verdad no era esa la idea que yo tenía de una lámpara mágica a la que se le podía pedir deseos al genio que albergara.
muy por el contrario ¡la lámpara no paraba de pedime deseos y encima con muy mal genio!
esa misma noche, fui a dejarla en el contendor y allá ella con la suerte de quien se la encuentre, en tanto yo seguiré soñando con una lámpara verdadera, de esas que son capaces de conceder deseos de amor
Seguro que la lámpara ya estaba un poco cansada de conceder tantos deseos y pensó que era el momento de pedir los suyos :-)
ResponderEliminarUna historia muy original.
volveré por aquí.
Un beso.
Vaya lámpara te encontraste tan pedigüeña y exigente. Hiciste bien en deshacerte de ella.
ResponderEliminarBievenida a mi blog de fotos. Un beso.
Jorgelina, has escrito una preciosa historia con mucha miga.Esa lámpara no podía satisfacer tus deseos; era egoísta, solo pensaba en sus necesidades.
ResponderEliminarNo, el amor no exige nada, sino que da con generosidad.
Me encantó leerte, y quiero quedarme cerca de ti.Bueno, no sé qué pasa que cuando me apunto de seguidora de alguien, no aparezco en la orla de seguidores; espero que esta vez no ocurra.De todos modos pondré tu blog en mis favoritos.
Un abrazo
Pensamos en pedir y resulta se nos adelantan y nos piden, A mi tía Enriqueta su esposo le regaló una lampara de Aladino, ella protestó diciendo que estaba vacía y el le dijo que claro que se la regalaba para que ella guardara su mal genio. Saltibrincos preciosa
ResponderEliminarYa ves tú, la muy "pidona". Hoy día hay lámparas muy descaradas, amiga :))) ya no son como las de antes. Si no les cumples te denuncian a los sindicatos...
ResponderEliminarUn beso y tu café. Buen comienzo en este blog.
¡FANTASTICO JORGELINA !! ¡Adoré !! Aplausos a tu imaginación.
ResponderEliminarUno de estos días salgo con mi caniche y me fijo bien donde hay cosas tiradas a ver si tengo suerte y encuentro una lámpara. para pedirle unos cuantos deseos.
Me encanta tu blog. . Huele a rosas.
besos del alma.
¡Mucha luz.
Vaya lámpara que te encontrase Jo, a seguir buscando. Abrazos
ResponderEliminarJaja es genial!!! Quén buen relato!!!
ResponderEliminarLa idea de la lámpara que pide deseos es muy original, y yo también la hubiese dejado por ahí, que molesta!!!
Un beso.
Bravo a tu imaginación, me ha encantado tu relato. Hiciste muy bien deshacerte de ella.
ResponderEliminarSaludes
Genial la lámpara de Aladino al revés ¡y menos mal que pedía solo cosas simples!
ResponderEliminarJorgelina, gracias por tu visita a mi blog, amiga...Me encanta tu relato, a veces es mejor pedir los deseos y lanzarlos al viento, ellos llegarán al universo y volverán a nosotros...Las lámparas de nuestra sociedad materialista son muy egoístas, tu lo has reflejado muy bien...Asi que a esperar una lámpara verdadera y generosa...
ResponderEliminarMi felicitación y mi abrazo inmenso por tu buen hacer.
M.Jesús
Gracias por pasar por mi blog.
ResponderEliminarTu relato, es divertido a tope.
Bss
Hola Jorgelina, muy bonito el cuento. A veces no es oro lo que parece y mira tú por donde fuiste a escoger esa lampara que en lugar de concederte te pedía. Tal vez el anterior propietario la tiró por la misma razón.
ResponderEliminarMuy original tu cuento.
Saludos
Bueno Jo, le has dado un enfoque original al tema... seguro que esa lámpara venía fallada, por alto terminó donde terminó. Habrá quien se la aguante? jaja!
ResponderEliminarMuy buen aporte!
Besos!
Gaby*
Bien vengo de la mano de Ester y me encuentro que ambas participamos en la propuesta de Sindel, todo un placer¡¡
ResponderEliminarEstuve a punto de utilizar el icono de la lámpara de aladino, que casualidad, al final me deje llevar por mi propio deseo.
Original texto y profusa imaginación acompañada de linda pluma.
(Te sigo)
Besos encantados ♥♥
tRamos
Bonito cuento, y por suerte o desgracia esas son las lámparas más disponibles en este mundo nuestro, las que pieden sin dar. Aunque tampoco hay que fiarse de las que conceden deseos de amor o de cualquier otra cosa, casi todas saben poner precio a sus concesiones, y por lo general un precio no muy acorde con la calidad que ofrecen.
ResponderEliminarBesos