algo que si bien perdí, aún conservo.
sé que puede sonar extraño y contradictorio, pero así es.
muy avivada me siento para muchas cosas, no me como el carozo de ningún durazno, suelo ser desconfiada -no sé si por naturaleza o porque a medida que se vive se aprende- pero ¿entonces?
entonces no sé cómo explicarme esos momentos que como ráfagas insospechadas, me llevan a caer de los olivos y darme ese golpe que solo un ser extremadamente inocente podría llevarse.
aquel día que llegó la encomienda, mis piernas temblaron como cañas al viento.
hacía bastante tiempo que había enviado una carta al entonces ladrón de mis sueños y corazón, el actor Robert Pattinson.
admito que las novelas de la Saga Crepúsculo habían alterado un poco mis pocas neuronas y luego de las adaptaciones que de la misma se hicieron para el cine, terminaron con mi cordura.
la cuestión es que aquel paquete era toda una sorpresa, tan bien envuelto, a mi nombre ¿y el remitente? ¡el mismísimo Robert! ... los ojos se me desorbitaron al instante, el corazón con su pum pum tan acelerado terminó por nublar mi coherencia y a saltos de rana endemoniada empecé a gritar como si me hubiera sacado el primer premio de la lotería nacional.
¿resultado? todos mis sudores, gritos de emoción, esperanzas e ilusiones, se fueron desbarrancando a medida que iba abriendo aquel paquete.
pura bola de papel rodeando a más papel para terminar en una pequeña esquela que decía:
¡mirá que sos pelotuda!
bueno, la emoción terminó siendo comida por una rabia que casi me lleva a acogotar a mi hermano -y creánme que soy lo más "amor y paz" que se puede ser ... pero este chico... ¡agrrrrrggg! había dejado más que en evidencia mi santa inocencia.
en fin, ahora, ya no recibo los paquetes con ese fervor febril, sé que Robert Pattinson ne me mandará ninguna encomienda ni nada parecido y cada dos por tres, miro a mi hermano con desconfianza, pues sé bien que le gusta demostrar que puede llegar a ser mucho más suspicaz que su hermana mayor.
Los hermanos pequeños son así, llevo disfrutando sus bromas hace años y siempre me gana. Una entrada diferente de todas las otras "inocencias" y muy buena. Saltibrincos
ResponderEliminarAy, pobre. Bueno, el momento sería malo, pero es una buena anécdota para recordar. Besos.
ResponderEliminarBendita tú y tu santa inocencia.
ResponderEliminarjajaaja yo a ese hermano lo mato! mirá que ir a pincharte la ilusión!...eso no se hace gr...
ResponderEliminarEn fin, espero nunca pierdas esa inocencia que te mantiene unida a tus fantasías más puras.
=)
Pues que te creo, si amiga, te creo a pies juntillas....rezumas inocencia además de genial humor.
ResponderEliminarTu narrativa me atrapa,
Besos cariñosos ♥
tRamos
Jorgelina, todos nos damos golpes, nos caemos del árbol, de la silla, de la mesa y de ese sueño,que sube hacia arriba como un globo y termina explotando en nuestra cara...Pero, la inocencia es seguir confiando en la vida, tener ilusión, alegría, esperanza y sobre todo buena voluntad, amiga...Por tanto sigamos cuidando "la inocencia" que aún nos queda...(sonrío)
ResponderEliminarMi felicitación y mi abrazo grande, compañera y amiga.
M.Jesús
Preciosa anécdota para recordar y aportar. Mis felicitaciones!
ResponderEliminarSaludos
¡Ah, qué inocencia!, lo bueno de los sueños es que son mejores que los despertares, pero si no soñamos ¿en qué nos convertimos? ¿en robots sin alma? mejor es soñar, entonces, y si despertamos, soñemos de nuevo...
ResponderEliminarJajajajajajajaja me encantan tus relatos, me hacen reir mucho, pero que hermano más travieso, es para cobrar venganza jajaja
ResponderEliminarMe divertí mucho!!!
Gracias por este genial aporte.
Besos
Bendita inocencia :) Y si que tienes un hermano bastante suspicaz.
ResponderEliminarYa se reirán de todo esto, que lindo recuerdo será.
Un abrazo :)
¡Qué chispeante amiga! No pierdas nunca esa inocencia :)
ResponderEliminarUn saludo simpático
No espero ningún paquete pero creo que sí, que más o menos no sé si llamarlo inocencia... pero ingenuidad sí que me queda para rato, y esa también trae alguna colleja que otra...
ResponderEliminarUn besito y tu café de hoy.
Hola Jorgelina, muy original tu inocencia.
ResponderEliminarVaya, pues desde luego tu hermano te la pegó bien pegada.
Ummmmmmm, sí que eres bien inocente :-)
Tal vez algún día te lea ese tal Robert y recibas su envío.
Mientras abrías el paquete seguro estabas nerviosa e ilusionada.
Es bueno que aun tengas esa inocencia y seas tan crédula.
Me ha gustado leerte.
Saludos
Eras ingenua pero no se juega con las emociones.
ResponderEliminarjajajajajaja mi niña gracias por hacerme reir, nos hace mucho bien!
ResponderEliminarDios te bendiga!