¿es acaso una palabra complicada porque tiene tantas letras y sílabas que se nos traba le lengua?
¿tiene un significado demasiado rebuscado que uno evita utilizarla para no emplearla mal?
pues no amigos, no responde a ninguna de esas interrogantes ni algunas otras que pudiesen ocurrírsenos... sin embargo, así pareciera ser.
aquí un ranking que lo demuestra, la palabrita en cuestión está muy bien situada en el puesto número uno!
y sí, lo confieso, cada vez que meto la pata hasta el fondo y alcanzo a darme cuenta de ello, lo que más complicado me resulta es pedir perdón.
tal vez por una cuestión de orgullo e intentar evitar reconocer que soy responsable de algún descalabro fatídico; porque con intención o no, herí u ofendí a alguien, o porque simplemente no me di cuenta de las consecuencias de algún hecho y se me pasa por distraída el tomar concienca del error.
como sea, por si acaso ofendí (seguro que fue sin ninguna mala intención), rompí (sí mamá, lo confieso, yo rompí el jarroncito que te regaló la tia Blanquita pero fue más cómodo echarle la culpa al gato), mentí (Juan, en realidad no sé ni cocinar un huevo duro, así que eso de que soy experta en la cocina era un chucu para conquistarte), etc, etc, etc, etc... aprovecho la ocasión y esta publicación para pedirles...
¿ta? ¿estoy perdonada?
¡fiuuuuuuu, ahora sí puedo dormir en paz!
y es que en este pedacito de corazón, sinceramente no hay mucho espacio para cargar con culpas.
Tas perdonada. Cuando uno se equivoca, mete la pata, tropieza y rompe el jarrón de la tía Enriqueta, cuando uno dice una una tontería y pide perdón hay que dárselo, pero para todo eso con pedir disculpas es suficiente. Unos abrazos
ResponderEliminarLlevas toda la razón. La palabra perdón es la más difícil de pronunciar y de corazón menos. Me ha guatado el post.
ResponderEliminarBss
Los gatos son útiles en esas circunstancias.
ResponderEliminarTodos nos equivocamos y está bien pedir perdón, más veces deberíamos pronunciar esas palabras, es de tener corazón.
ResponderEliminarUn beso.
Hay muchos tipos de "perdón", el fácil no tiene mayor transcendencia, esa es mi opinión.
ResponderEliminarMe gusto tu visión,
Besos fuertes ♥♥
tRamos
En el perdón hay grados de dificultad, algunos no son tan difíciles de otorgar, romper un jarrón no es tan grave, romper una relación puede ser peor, romper un juramento, puede ser para muchos, imperdonable...
ResponderEliminarMás que perdonada, con lo que me hiciste divertir todas tus culpas quedan exoneradas.
ResponderEliminarUn beso enorme.
jeje sí, resulta ser una palabra difícil de pronunciar y no ocurre por tener enredadas sílabas...más bien, lo que se enmaraña es nuestro orgullo con nuestra limitada capacidad de grandeza y generosidad.
ResponderEliminarUn abrazo
Jorgelina, original propuesta, amiga...A todos nos cuesta pedir perdón, es un acto de humildad...Pero, nos libera y nos hace grandes...Al igual que perdonar al otro, también nos libera y tocamos el amor incondicional.
ResponderEliminarMi felicitación y mi abrazo inmenso por tu buen hacer.
Feliz semana, amiga.
M.Jesús
¡Fantástica Jorgelina! Me encanta la originalidad con la que juegas con las palabras que nos van proponiendo. Este relato es muy bonito. Y la gatita, una preciosidad.Rompa lo que rompa, está perdonada.
ResponderEliminarUn abrazo.
¡Ay! Pedir perdón es tan duro para muchas personas. En mi persona no me es difícil pedir perdón, claro si estoy equivocada. Aceptar que nos equivocamos no nos hace de menos inteligencia. Maravilla de relato, siempre usando tu alegría.
ResponderEliminarQue tengas una excelente semana santa.
Besos
Perdonada cien por cien.
ResponderEliminarRazón llevas, que en muchas ocasiones es tan difícil decir perdón... quizá por los motivos que expusiste: orgullo, temor a que no se nos perdone y quedar mal parados... qué sé yo, pero bueno, si la falta no fue demasiado grave, creo que saber pedir perdón es un acto que libera. Así que duerme tranquila!
ResponderEliminarBesos:
Gaby*
Es verdad queces una palabra que cuesta pronunciar pero una vez expresada uno siente como su alma es liberada.
ResponderEliminarBesos
Mas que acertada tu reflexión bien ilustrada Jorgelina!!!
ResponderEliminar¡Saladísimo! como dirían en Andalucía (simpático, gracioso, con mucho encanto!
ResponderEliminarEso, que me ha encantado.
Besos y que no pese nunca ese corazoncito :)
Este es un perdón, simpático, no le hace mal a nadie.
ResponderEliminarPuedes seguir practicando con los huevos, algún día saldrá bien alguna comida.
jeje
Un abrazo :)
Me gustó tu forma de ver el perdón.
ResponderEliminarUn beso.
Pues sinceramente, Jorgelina, creo que no te ha costado mucho pedir perdón, aunque eso sí, son faltas tan insignificantes que otorgártelo no ha de costar ningún trabajo a quien lo haga. Llevas razón en que no siempre es fácil pedir perdón, un orgullo mal entendido silencia nuestra boca en ocasiones.
ResponderEliminarUn abrazo.
Muy cierto. Buen aporte y no hay razón para no usarla cuando la ocasión se presenta. Entre el orgullo y el miedo a veces se quedan las disculpas sin pronunciar, besos!!
ResponderEliminar