HOGAR
viendo este chiste gráfico de Tute, me vino la idea de tomar la palabra hogar como ese nido maternal en el que empezamos a habitar desde nuestros inicios de vida.
¿qué mejor lugar que la calidez del lecho materno?
y bueno, a mi madre le dedico esta entrada ya que mañana segundo domingo de mayo celebramos en Uruguay el día de la madre (fecha absolutamente comercial, lo sé, pero sé también que no deja de tener su chispa ya que las mamis esperan su regalito, su dosis de mimos y la compañía de sus hijos especialmente de aquellos que hace rato despegaron del nido, no solo del de su vientre, sino del hogar donde convivieron y fueron criados con mucho amor), tal es mi caso.
mi vieja, siempre puso de sí para que la casa no fuera solo eso, un techo y un lugar donde vivir, sino un espacio de regocijo, de cariño y comprensión, de rica comida y buena compañía, ese lugar donde vale la pena estar, ya sea alrededor de la mesa en plena charla o de distensión -refugio necesario e incomparable- porque siempre la palabra afectuosa y sincera estuvo y está presente.
hoy hago los kilómetros que me separan de ese hogar con olor a sopa caliente, a bizcochuelo recién sacado del horno, al perfume de las flores que nunca faltan en los jarrones, para devolverle el abrazo, para agradecerle por cada una de las enseñanzas de vida que me prodigó y que hoy por hoy me sirven como ladrillitos para ir construyendo el hogar con el que yo sueño, mío, propio pero con la fuerza de sus raíces.
hoy voy camino a mi hogar de mis años niños y de adolescente a disfrutar de un lindo día en familia y exclamar al abrir la puerta la frase tan trillada pero verdadera cuando se respira paz y amor (y muy leves peloteras):
de paso aprovecho a desearles a todas las madres:
¡un muy feliz día!
¡un muy feliz día!