viernes, 2 de mayo de 2014

palabra 18

Sindel nos propone para esta semana la palabra INOCENCIA

algo que si bien perdí, aún conservo.
sé que puede sonar extraño y contradictorio, pero así es.
muy avivada me siento para muchas cosas, no me como el carozo de ningún durazno, suelo ser desconfiada -no sé si por naturaleza o porque a medida que se vive se aprende- pero ¿entonces?
entonces no sé cómo explicarme esos momentos que como ráfagas insospechadas, me llevan a caer de los olivos y darme ese golpe que solo un ser extremadamente inocente podría llevarse.

aquel día que llegó la encomienda, mis piernas temblaron como cañas al viento.
hacía bastante tiempo que había enviado una carta al entonces ladrón de mis sueños y corazón, el actor Robert Pattinson.
admito que las novelas de la Saga Crepúsculo habían alterado un poco mis pocas neuronas y luego de las adaptaciones que de la misma se hicieron para el cine, terminaron con mi cordura.
la cuestión es que aquel paquete era toda una sorpresa, tan bien envuelto, a mi nombre ¿y el remitente? ¡el mismísimo Robert! ... los ojos se me desorbitaron al instante, el corazón con su pum pum tan acelerado terminó por nublar mi coherencia y a saltos de rana endemoniada empecé a gritar como si me hubiera sacado el primer premio de la lotería nacional.



¿resultado? todos mis sudores, gritos de emoción, esperanzas e ilusiones, se fueron desbarrancando a medida que iba abriendo aquel paquete.
pura bola de papel rodeando a más papel para terminar en una pequeña esquela que decía:

¡mirá que sos pelotuda!

bueno, la emoción terminó siendo comida por una rabia que casi me lleva a acogotar a mi hermano -y creánme que soy lo más "amor y paz" que se puede ser ... pero este chico... ¡agrrrrrggg! había dejado más que en evidencia mi santa inocencia.
en fin, ahora, ya no recibo los paquetes con ese fervor febril, sé que Robert Pattinson ne me mandará ninguna encomienda ni nada parecido y cada dos por tres, miro a mi hermano con desconfianza, pues sé bien que le gusta demostrar que puede llegar a ser mucho más suspicaz que su hermana mayor.

15 comentarios:

  1. Los hermanos pequeños son así, llevo disfrutando sus bromas hace años y siempre me gana. Una entrada diferente de todas las otras "inocencias" y muy buena. Saltibrincos

    ResponderEliminar
  2. Ay, pobre. Bueno, el momento sería malo, pero es una buena anécdota para recordar. Besos.

    ResponderEliminar
  3. Bendita tú y tu santa inocencia.

    ResponderEliminar
  4. jajaaja yo a ese hermano lo mato! mirá que ir a pincharte la ilusión!...eso no se hace gr...
    En fin, espero nunca pierdas esa inocencia que te mantiene unida a tus fantasías más puras.
    =)

    ResponderEliminar
  5. Pues que te creo, si amiga, te creo a pies juntillas....rezumas inocencia además de genial humor.

    Tu narrativa me atrapa,

    Besos cariñosos ♥

    tRamos

    ResponderEliminar
  6. Jorgelina, todos nos damos golpes, nos caemos del árbol, de la silla, de la mesa y de ese sueño,que sube hacia arriba como un globo y termina explotando en nuestra cara...Pero, la inocencia es seguir confiando en la vida, tener ilusión, alegría, esperanza y sobre todo buena voluntad, amiga...Por tanto sigamos cuidando "la inocencia" que aún nos queda...(sonrío)
    Mi felicitación y mi abrazo grande, compañera y amiga.
    M.Jesús

    ResponderEliminar
  7. Preciosa anécdota para recordar y aportar. Mis felicitaciones!
    Saludos

    ResponderEliminar
  8. ¡Ah, qué inocencia!, lo bueno de los sueños es que son mejores que los despertares, pero si no soñamos ¿en qué nos convertimos? ¿en robots sin alma? mejor es soñar, entonces, y si despertamos, soñemos de nuevo...

    ResponderEliminar
  9. Jajajajajajajaja me encantan tus relatos, me hacen reir mucho, pero que hermano más travieso, es para cobrar venganza jajaja
    Me divertí mucho!!!
    Gracias por este genial aporte.
    Besos

    ResponderEliminar
  10. Bendita inocencia :) Y si que tienes un hermano bastante suspicaz.
    Ya se reirán de todo esto, que lindo recuerdo será.

    Un abrazo :)

    ResponderEliminar
  11. ¡Qué chispeante amiga! No pierdas nunca esa inocencia :)

    Un saludo simpático

    ResponderEliminar
  12. No espero ningún paquete pero creo que sí, que más o menos no sé si llamarlo inocencia... pero ingenuidad sí que me queda para rato, y esa también trae alguna colleja que otra...

    Un besito y tu café de hoy.

    ResponderEliminar
  13. Hola Jorgelina, muy original tu inocencia.
    Vaya, pues desde luego tu hermano te la pegó bien pegada.
    Ummmmmmm, sí que eres bien inocente :-)
    Tal vez algún día te lea ese tal Robert y recibas su envío.
    Mientras abrías el paquete seguro estabas nerviosa e ilusionada.
    Es bueno que aun tengas esa inocencia y seas tan crédula.
    Me ha gustado leerte.
    Saludos

    ResponderEliminar
  14. Eras ingenua pero no se juega con las emociones.

    ResponderEliminar
  15. jajajajajaja mi niña gracias por hacerme reir, nos hace mucho bien!
    Dios te bendiga!

    ResponderEliminar

gracias por compartir latidos conmigo

frases con latidos